Técnicamente se trata de un caldo deshidratado que permite de forma sencilla y rápida elaborar un caldo instantáneo al rehidratarlo. La facilidad de uso en la cocina moderna se debe principalmente a su facilidad de conservación y a la facilidad con la que se puede aplicar a cualquier proceso culinario acuoso (siendo considerado hoy en día como un ahorro de tiempo).
Se usa en la elaboración de sopas, salsas, pastas, arroces. Se atribuye la invención de este tipo de alimento en conserva al inventor francés del siglo XVIII llamado Nicolás Appert que lo empleaba como un extracto de carne.

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